Debate sobre el tema teológico central del Antiguo Testamento

La cuestión del debate sobre el centro teológico del Antiguo Testamento inicia, como menciona Kaiser (Kaiser, pág. 18), con la siguiente pregunta: ¿Existe una clave para un arreglo ordenado y progresivo de los asuntos tratados en él? Y, la pregunta más crucial: ¿eran los escritores del AT conscientes de tal clave a medida que seguían añadiendo a la corriente histórica de la revelación? Y como más adelante vuelve a añadir (Kaiser, pág. 18): “Si dicha clave no se puede demostrar de manera inductiva desde el texto, y si los escritores no escribieron a propósito con tal conciencia, tenemos que contentarnos con hablar sobre las diferentes teologías del AT”. Si no hay una teología central entonces se tiene que hablar de teologías. Hablar de teología supone declarar un elemento, un estrato, una idea dominante en todo el AT, pero para llegar a eso se debe demostrar que tal núcleo existe, y como mencionara Kaiser, este debe ser demostrado, o constatado, de forma inductiva (Andiñach, pág. 29).

Cuando se habla de la teología en el AT no se está apelando a insinuar que es una explicación de concepto abstractos sobre Dios, más bien, lo que se tiene son narrativas de las cuales se desprende el conocimiento teológico. Y, aunque la narración no es el genero de todo el corpus literario, en las otras clases como la poética, sabiduría y demás, también se tiene expresiones o reflexiones teológicas sobre los hechos narrados o confesiones personales sobre la experiencia con el Dios de Israel, lo que produce una teología que es plasmada en la tradición. Entonces, en esta línea, cabe preguntar si el conocimiento teológico era el mismo en cada periodo o por mano de cada autor. ¿Conocieron a Dios de la misma manera? Y si no, ¿Qué tanto difieren? Y, aún más importante, ¿las diferencias son tan significativas que no se puede hablar de un núcleo teológico central?

De que se puede hablar de un tema teológico central sí se desprende de forma inductiva y aún cuando varios han querido apelar a teologías en vez de teología, pues algunos toman o ven estos fundamentos en partes no como diferentes teologías sino como partes de la teología veterotestamentaria. Por ejemplo, Tellería señala (Larrañaga, pág. 218): los puntos o temas fundamentales sobre los que se cimenta el Antiguo Testamento, vale decir, su teología, en forma de cuatro binomios temáticos cuyos componentes guardan una estrecha relación dialéctica entre sí y con el conjunto, de manera que cada par constituye un todo armonioso y bien equilibrado en sus contenidos, lo cual incide de forma directa en la armonía y el equilibrio del pensamiento veterotestamentario:

1) Adopción (filial) – gloria

2) Pactos – ley

3) Ordenanzas – promesas

4) Patriarcas – el Mesías, que es Dios

Tal disposición de los centros de interés del pensamiento veterotestamentario fue señalada en su momento por el propio Von Rad, y es la que pretendemos seguir en las páginas que acompañan, entendiendo que en estos binomios conceptuales, que atraviesan los siglos en que el pueblo de Israel vive su relación con el Dios que sale a su encuento con el nombre de Yahweh, se encuentra el mensaje fundamental de los treinta y nueve libros canónicos de Israel, es decir, su teología en estado puro, la manera en que el antiguo pueblo elegido comprendió a su Dios.

Otros autores han propuesto varios centros teológicos, lo que deja ver que de la lectura inductiva la idea sí se haya en el texto. Dietrich dice al respecto (Dietrich, págs. 43-44): Como señala instructivamente R. Smend, éste se había designado antes con los términos «principio fundamental», «idea básica», «elemento básico», «núcleo», «lo específico», etc., y se había intentado identificarlo como la salvación, la redención y el conocimiento de Yahvé (H. Ewald), la santidad de Dios (A. Dllmann; J. Hánel), Yahvé como él Dios vivo y que actúa (E. Jacob), como el Señor soberano (L. Kóhler), como la teocracia o la alianza (W. Eichrodt), como la comunión entre el Dios santo y el hombre (Th.C. Vriezen), como la comunión con Dios y su reinado (G. Fohrer), como la promesa (W.C. Kaiser), como la presencia y también el ocultamiento de Dios, como su plan y sus propósitos (E.A. Martens), e incluso definirlo más concretamente. Todo esto prueba que el centro existe, y la identificación variada por los autores, es prueba de ello. No se necesita que todos estén de acuerdo o identifiquen la misma idea central teológica para poder afirmar con propiedad que la misma existe. Basta con que se reconozca que hay que hablar de una teología fundamental o núcleo del AT. De hecho, algunas propuestas se pueden resumir o hacer sinónimos, como la propuesta de la promesa de Kaiser con el Cristo de Longman III. La evidencia textual exige un núcleo teológico.

¿Qué luz arroja el texto bíblico sobre esta cuestión? ¿Hay algún rastro o indicio de evidencia que ayude a identificar claramente este centro? Sí. Cristo en el Nuevo Testamento es quien repite una y otra vez, en varios escenarios, que las escrituras (el AT), habla de él. Longman lo dice de la siguiente manera (Longman, págs. 42-45): Un texto básico que induce a ese acercamiento se encuentra en el evangelio de Lucas. En su aparición después de la resurrección a dos discípulos anónimos, Jesús comenta, de manera pertinente: «¡Qué torpes son ustedes… y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?» (Lc. 24:25-27). Luego de nuevo ante un círculo más amplio de discípulos Jesús dijo: «tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos» (v. 44).

Robert Beckwith (1987, 111-15) ha mostrado de manera convincente que en ambos casos Cristo habla de todo el Antiguo Testamento. En otras palabras, el Antiguo Testamento no proporciona simplemente textos que anuncian el Mesías que ha de venir. Sus temas principales apuntan a la venida, sufrimiento y gloria de Cristo. Los autores tienen la esperanza de que nuestros lectores aprendan a valorar la naturaleza cristocéntrica del Antiguo Testamento. Tellería dice (Larrañaga, pág. 660): El Antiguo Testamento nos lleva, indefectiblemente, a Cristo — nadie lo ha de poner en duda

Tenemos a Jesús diciendo que las Escrituras hablan de él (Juan 5:39) y en algunos casos, lo oímos decir que todo va marchando según se escribió de él. A parte de las menciones explicitas de Jesús, los autores neotestamentarios de los evangelios hicieron conexiones entre Jesús y los elementos e historias veterotestamentarias. Tenemos a un profeta como Moisés, un hijo de Dios, como Israel, que es llamado de Egipto, pasa por el desierto y es bautizado, como el pueblo de Israel. En ese sentido, no cabe la menor duda de todas las conexiones que se hacen con Cristo tomando las imágenes veterotestamentarias. No solo son profecías mesiánicas, todo ha sido conectado con él, en el NT.

Ahora, surge la cuestión de si los autores veterotestamentarios estaban conscientes del núcleo girando alrededor de Cristo. Aunque se puede decir que no, que no podían estar conscientes de que hablaban explícitamente sobre él, sí se puede decir que hablaban de la promesa, la misma que esperaban. Esta es la propuesta de núcleo teológico de Kaiser. La promesa es lo que Longman y otros identifican como el mismo Cristo. Entonces, en ese sentido, aunque los autores veterotestamentarios no hablaban o eran consciente de Jesús explícitamente, implícitamente, al hablar de la promesa, sí había tal conciencia.

Cristo como Señor y Dios soberano recalcó que las Escrituras, el AT, hablaba de él. Los escritores veterotestamentarios eran conscientes de la promesa a Abraham y de la promesa a David. Todo esto refuerza a la propuesta de Longman, Cristo como el tema central, a ser valida por apagarse más a los hechos. El centro teológico del AT es Cristo.

Bibliografía

Andiñach, P. R. (2014). El Dios que está Teología del Antiguo Testamento. Navarra: Verbo Divino.

Dietrich, H. (1999). Teología del Antiguo Testamento 1. Bilbao: Desclee de Brower.

Kaiser, W. C. (2000). Hacia una teología del Antiguo Testamento. Miami, Florida: Editorial Vida.

Larrañaga, J. M. (n.d.). Teología del Antiguo Testamento. Barcelona: Clie.

Longman, T. (2007). Introducción al Antiguo Testamento. Libros desafios.