Introducción
Las interpretaciones de los textos bíblicos deben ser una que haga justicia a cómo era entendido por la audiencia original en su contexto. En el caso de la creación en génesis, se suele interpretar a la luz de los descubrimientos de las ciencias modernas. Esto se conoce como un modelo concordista de interpretación. Un modelo contrario, no concordista, interpreta el texto a la luz de la idiosincrasia de su época. Con respecto a la interpretación correcta de génesis, John Walton ha propuesto el modelo del templo cósmico. El motivo de este ensayo es evaluar las razones que se ofrece para apoyar su modelo en base a lo que dice sobre génesis 1:1-2.
Si lo que menciona Walton tiene validez, su interpretación no afecta en nada a la creencia cristiana, en el sentido de que estaría haciendo justicia a la autoridad del texto.
Para poder realizar el análisis se hará uso de las herramientas exegéticas al texto hebreo para ver qué se puede concluir a la luz de los hechos y si lo que Walton plantea es correcto.
Análisis de los argumentos exegéticos de John Walton
La interpretación del relato cosmogónico hebreo de la creación por parte del Dr. John Walton es conocido como el templo cósmico. A manera general lo que este modelo de interpretación dice es que el relato de la creación no debe entenderse como un registro de creación de las cosas (traer a la existencia algo que no existía) sino a la luz de su contexto. En el contexto antiguo, explica él, no tenían las ideas modernas de creación material (nombre técnico que él usa para hablar de crear cosas materiales, traerlas a la existencia) sino que su idea era una creación funcional: crear en el antiguo oriente era dar funciones a las cosas.
A rasgos generales Walton está en lo cierto al decir que el relato de la creación debe interpretarse según las ideas antiguas, que son el contexto del relato, y no bajo la luz actual de este siglo o era. Él dice: “Por lo tanto, debemos ser cautelosos a la hora de imponer reflexivamente nuestras suposiciones culturales en el texto. De hecho, hacerlo podría socavar la autoridad del texto al vincularlo a ideas que no estaban abordadas.” (Walton, 2019, pág. 11). Esto es de vital importancia porque es una razón más para evitar el modelo hermenéutico concordista y promover un modelo no concordista: no podemos leer génesis como un tratado moderno de ciencias, hay que leerlo como se entendía en su época pues es un escrito producto de su época.
Entre los argumentos que Walton usa para probar su punto está el uso antiguo de los términos בָּרָ֣א (bará) y עָשָׂה (asá), que son los usados para hablar crear y hacer en términos funcionales, y para esto ofrece varias razones. Otro argumento es decir que génesis 1:1 es un título y no describe ninguna actividad, sino que a partir del verso 2 es que se comienza el relato real. Walton comenta: “La situación inicial se describe en Génesis 1:2 (y de nuevo en Génesis 2:5-6). De hecho, cuando consideramos los muchos textos de cosmología en el mundo antiguo, encontramos que es común comenzar con una descripción de la no-creación—la condición previa a la creación. Volveremos sobre esto después de considerar el relato bíblico. El relato bíblico comienza con Génesis 1:1, que no es una descripción de ninguna actividad real de Dios. De manera alternativa, es ampliamente reconocido que Génesis 1:1 sirve como una introducción literaria al tema que el capítulo va a discutir, indicando la actividad en la que Dios estará involucrado. Las principales evidencias que apoyan esta conclusión son (1) el hecho de que en todo el Génesis las secciones comienzan con una introducción literaria (Gen. 2:4; 5:1; 6:9; etc.) y (2) la forma literaria del relato, concluyendo con una declaración de que en el séptimo día Dios completó su obra (Gen. 2:2). Esta obra fue la obra de crear (Gen. 2:3, la misma palabra que en Gn 1:1), y lo que fue creado fueron los cielos y la tierra (Gen 2:1). Así, la creación de Dios de los cielos y la tierra tuvo lugar en los siete días. Génesis 1:1 está fuera de los siete días, así que sabemos que Génesis 1:1 le dice al lector lo que va a suceder en los siete días. Para que pudiéramos leer: “En el período inaugural [esta es la naturaleza de la palabra hebrea ‘principio’], Dios creó los cielos y la tierra, y así es como lo hizo”. El relato real, por lo tanto, comienza en Génesis 1:2, donde encontramos la descripción de la situación previa a la creación” (Walton, 2019, págs. 12-13).
Este señalamiento por parte de Walton es correcto, pero el problema es cuando solo hace énfasis en una sola opción, porque además de esto ser un título sí es un título que pertenece al relato. De hecho, Walton ha sido criticado justo por esto: se parcializa por una sola opción cuando se puede tener más de una o ambas cosas. John Hobbins, al referirse sobre el caso que hace Walton sobre la creación funcional y que solo esta se puede contemplar en el relato de génesis, dice: “La respuesta obvia es ambos. John Walton, sin embargo, argumenta que Génesis 1 se ocupa únicamente de la asignación de funciones a las cosas” (Hobbins, 2023). En esa misma linea, Craig cita a Collins sobre lo que Walton hace: “El erudito del Antiguo Testamento John Collins dice: “Estoy de acuerdo con casi todos los demás en que Génesis registra algún tipo de origen material, y no entiendo exactamente por qué Walton sigue haciendo una distinción entre material y funcional” (Craig, 2023).
Genesis 1:1 no es meramente un título, es un título que es parte de la narrativa. Walton dice que es solo un título y menciona los casos de génesis 2:4; 5:1; 6:9 como apoyo, pero, de hecho, estos 3 difieren de génesis 1:1. Tanto génesis 2:4; 6:9 comienzan de la siguiente forma:
אֵ֣לֶּה תוֹלְד֧וֹת (Gen. 2:4 BHS)
אֵ֚לֶּה תּוֹלְדֹ֣ת (Gen. 6:9 BHS)
Exactamente el mismo patrón, y 5:1:
זֶ֣ה סֵ֔פֶר תּוֹלְדֹ֖ת (Gen. 5:1 BHS)
Lo que esto quiere mostrar es que aquí si se está en presencia de un título de una sección, o como se suele decir: ante un toledoth. Pero génesis 1:1 no es un toledoth ni comienza con una estructura sintáctica igual o parecía. Mas bien, comienza de la siguiente forma:
בְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים (Gen. 1:1 BHS)
Estructuralmente no se parecen en nada. En génesis sabemos que los títulos de ciertas secciones inician o tienen la estructura del toledoth, pero 1:1 no la tiene ni se parece. Ahora, el argumento no es que debe tener la misma estructura para ser un título, sino que no se puede decir que es un título por la forma de compararlo que hace Walton pues no se parecen en nada. El debe dar otras razones para pensar que es un titulo solamente. Por otro lado, el v.2 arroja suficiente luz al respecto. El v.2 comienza de la siguiente manera:
וְהָאָ֗רֶץ (Gen. 1:2 BHS)
Esta conjunción y su grafía (la vav con la shevá) indica que la conjunción aquí tiene un uso explicativo, pues busca explicar cómo está lo que antes se describe. En ese sentido, esto prueba que génesis 1:1 no es solo un título, sino que es una declaración de una narrativa que se usa como el titulo de esta sección, pero a su vez es parte de la narrativa. Este punto deja ver el error metodológico al probar su punto que comete Walton, pues génesis 1:1 no puede ser tomado como solo un titulo cuando la sintaxis del texto hebreo deja ver que esto no es posible. Los casos que el menciona donde sí hay un uso de unas frases como titulo poseen una estructura especifica. De hecho, los demás casos sí se pueden tomar como título, a diferencia de génesis 1:1, porque en los demás no hay clausulas o conjunciones que enlacen para explicar el titulo o dar sentido a la clausula que sigue con la anterior.
Esto por sí solo no es un argumento contundente contra la interpretación del templo cósmico de Walton, aunque sí puede servir para mostrar que parte de su modelo debe ser corregido en algunos puntos que se usan para justificar el modelo. En ese sentido, lo que él dice sobre un comienzo caótico sin una descripción de creación material a la luz de cómo interpretaba a génesis 1:1-2 debe ser corregido puesto que en esta parte sus razones no son válidas. Genesis 1:1-2 posee un titulo que es usado en la narrativa, y la evidencia más contundente es la conexión que hace el verso 2 con el verso 1 a través de la conjunción. En génesis podemos ver ambos usos del verso 1: tanto como título como clausula inicial de la narrativa. El problema de Walton es que sugiere que solo debe ser una de las dos, a lo cual tampoco ofrece razones para la mutua exclusión de ambos.
Conclusión
La propuesta de Walton del templo cósmico y la justificación en base a que génesis 1:1-2 prueba de que se está en presencia de un relato de creación funcional y no material debido a que el verso 1 es un título y el verso 2, que es el inicio real del relato según dice él, comienza con el estado de desorden típico en las cosmogonías antiguas; carece de peso al analizar las razones exegéticas. La sintaxis del texto hebreo muestra que el verso 1 a parte de ser un título es una clausula a la cual conecta la conjunción del verso 2.
Bibliografía
Craig, W. L. (6 de Agosto de 2023). Reasonable faith. Obtenido de https://www.reasonablefaith.org/podcasts/defenders-podcast-series-3/excursus-on-creation-of-life-and-biological-diversity/excursus-on-creation-of-life-and-biological-diversity-part-8
Hobbins, J. (6 de Agosto de 2023). Ancient hebrew poetry. Obtenido de https://ancienthebrewpoetry.typepad.com/ancient_hebrew_poetry/2008/05/does-genesis-1.html#more
Walton, J. H. (2019). El mundo perdido de Adán y Eva. Salem, Oregon: Publicaciones Kerigma.
