El Coherentismo: Coherencia Y Verdad Sobre Esta Teoría

Introducción

La verdad es un tema vital y relevante para todos a través de los tiempos y sin distinción de ningún tipo. Y aunque muchos ignoran la discusión y tradición filosófica detrás del concepto y sus teorías, todos tienen una concepción o idea de lo que implica decir que algo es verdadero, aún cuando no sean plenamente conscientes de ello. Es decir, que consciente o inconscientemente las personas han adoptado una teoría sobre la verdad.

Hasta el siglo XIX, la concepción básica (hasta innata e intuitiva, si se puede decir así) y clásica de la verdad era que algo lo es si corresponde con lo que describe o dice. Esta concepción clásica es conocida como la teoría de la correspondencia de la verdad. Si corresponde con la realidad que se describe, entonces debe ser llamado como verdad o verdadero. De ahí la idea de correspondencia, pues un portador de verdad ha sido validado por el hacedor de verdad. Las proposiciones no se hacen verdaderas o falsas por mi creencia sobre ellas o el deseo de que lo sean, sino solo si y solo sí corresponde con la realidad.

Un portador de verdad es el contenido que busca describir algo sobre la realidad. De entre los candidatos lingüísticos y mentales, los filósofos han concluido que la unidad básica y esencial que es conocida como portador de verdad es la proposición. Si una proposición contiene la información que corresponde con la realidad, entonces es verdadera. El hacedor de verdad es lo que determina si el portador es correcto o verdadero. En este caso, el hacer de verdad es la realidad. Así, que no es el portador de verdad lo que hace que algo sea verdadero o no, al final, es la realidad, el hacedor de verdad. A este punto de vista se le suele conocer, también, como realismo. La postura realista sobre la verdad es la que dice que existe una realidad objetiva que es independiente de nuestra mente y parecer, la misma que es el hacedor de verdad que valida al portador de verdad. Una posición contraria a esta sería el antirrealismo, que, de hecho, es donde entran algunas teorías alternativas a la teoría de la correspondencia, dentro de la cual está el coherentismo.

A pesar de que existen teorías alternativas de la verdad, y aún cuando la persona promedio pueda ignorar todo este debate (incluso si no puede articular pensamientos sobre la teoría de la correspondencia), parece bastante intuitivo que aún para conocer qué dice cada teoría sobre la verdad hay que sostener la teoría de la correspondencia, aun cuando alguien después sea convencido de que no es la correcta.

Coherencia y verdad sobre esta teoría

El coherentismo es la teoría sobre la verdad que dice que una proposición es verdadera si es coherente, consistente o tiene conexión lógica estrecha con otras creencias. En una red de creencias amplias e internamente consistentes que no se contradicen, las verdades de mis proposiciones son validada por cómo se cohesionan entre sí, y solamente así.

Este tipo de teoría, al contrario de la de la correspondencia con la realidad que es una realista, es antirrealista, porque el hacedor de verdad no es la realidad. Algunos defensores claves señalados en esta teoría han sido Spinoza, Hegel y Brand Blanshard.

Al analizar esta teoría sale a la luz que uno de sus problemas principales es la noción adecuada de coherencia. Si se define en términos fuerte, sería decir que la verdad depende de que se conlleve con otras creencias. Y sería demasiado débil si se dice que la verdad es pura coherencia lógica. Para resolver este problema algunos coherentistas definen la coherencia como poder explicativo mutuo, encajando o estando de acuerdo con el conjunto de creencias.

Varios problemas pueden ser señalados con respecto a esta propuesta. El problema principal es que las creencias sostenidas por seres humanos falibles pueden ser coherente pero falso. Un ejemplo de esto sería una persona que es acusada de un delito en base a pruebas falsas y que han sido manipuladas para que sean coherentes entre sí. Como la verdad no depende de la realidad como hacedor de verdad, algo falso en ese sentido, pero verdadero en su coherencia, es usado para incriminar injustamente a alguien. Esto se afirma muchas veces como una virtud de esta teoría: “no existen creencias falsas apropiadamente justificadas”. Esto se debe a que dentro de coherentismo la justificación apropiada y la verdad es lo mismo. Aun así es completamente posible que exista una creencia apropiadamente justificada que sea falsa. Este problema se suele evitar definiendo justificación apropiada igual a verdad, pero esto solo es una petición de principio.

Otro problema es que esta teoría permite que creencias completamente diferentes y contradictorias sean verdaderas siempre que se correspondan bien con otros sistemas de creencias, pero se contradigan. Una persona que bajo los conceptos de a ideología de genero se perciba como una mujer, siendo biológicamente un hombre, posee una creencia coherente con sus creencias generales y por lo tanto la misma seria verdadera dentro del coherentismo. Pero, para el critico de dicha ideología, un Agustín Laje, por ejemplo; esta creencia no encaja con su sistema de creencias por lo que sería falso para él. En este escenario la creencia es verdadera y falsa según el coherentismo y la forma en que encaja dentro del conjunto de creencias tanto del que afirma la ideología de genero como del que la niega totalmente. Debido a que el coherentismo permite esto debe ser rechazado.

Otra objeción en la misma linea de permitir que creencias que se contradigan, pero que son coherentes según el significado de la teoría; es que dentro del coherentismo una teoría totalmente coherente como la de la correspondencia de la realidad, y que claramente la contradice; es verdadera. Es decir, que una teoría sobre la verdad que es contraria al coherentismo es verdadera según el mismo coherentismo. Entonces, bajo este escenario: ¿Qué sentido tendría afirmar o creer en el coherentismo si es tan relevante que permite bajo sus propios términos sostener que teorías contrarias a ella sean verdaderas? Esto deja ver que algo no funciona bien en esta teoría.

Una forma de tratar de responder a este problema por parte de un defensor del coherentismo es decir que la teoría es una forma de relativismo con respecto a la verdad. Haciendo esto hace que la creencia de una persona en la ideología de genero sea verdadera, y la creencia de una persona que critica la ideología de género, también sea verdadera. El problema con este tipo de estrategias es que al llevar todo al relativismo cae bajo los ataques y objeciones que se han formulado contra el relativismo, y en vez de ser una solución satisfactoria más bien trae otro nuevo problema que lo lleva a un callejón sin salida.

Un ultimo caso en el que se puede ver que el coherentismo falla es a la luz del argumento fenomenológico sobre la verdad. Esto explica que podemos tener creencias individuales, que no dependen de sistemas o conjuntos de creencias a los cuales se debe para entrar en una relación de coherencia con los mismos y poder así hablar de su verdad o falsedad.

En vista de que el coherentismo niega una creencia intuitiva básica para poder sostener sus postulados, como de que existe una realidad independiente de nuestra mente (antirrealismo); no posee una noción clara del concepto de coherencia y permite que existen proposiciones con valores de verdad contradictorios pero que son verdaderas dentro del coherentismo, esta teoría no es valida por las inconsistencias lógicas. El coherentismo está en contra de la ley de la no contradicción. Es más, dentro de tal teoría esta ley no puede existir puesto que su mera existencia pone en duda la plausibilidad y consistencia de la teoría misma en sí. Esto de por sí son razones suficientes para desechar esta propuesta como explicación sobre la verdad.